Estuvimos comiendo el día del torneo en un restaurante que nos dijo Vikingo, hicimos una avanzadilla para llevar después a la tropa, comimos buena carne de buey a la piedra con unos entrantes y postres, buen vino tinto junto a una chimenea que estaba al rojo vivo. Informamos a la mesonera que éramos una avanzadilla del grupo faraónico Qads, nada mas enterarse de esto nos lleno de atenciones culinarias. Comentamos si podrían elaborar un menú a precio cerrado para el equipo, nos dijo que sin problema. Nuestra sorpresa vino cuando fuimos a pagar, nos dijo que estábamos invitados, un par de besos y un partido de dobles cerraron la tarde.