Si una imagen vale más que mil palabras, esta vale 10.000. Fijaos en el rostro esculpido en piedra, lleno de fría determinación que porta EL CAZADOR . Y sobre todo, fijaos en la media sonrisa sibilina del TAHUR , preludio del pucherazo que iba a cometer con la pareja representativa del tenis arte-espectáculo momentos después. ¡¡Si hasta lleva los papeles en la mano para que no se le escape ningún detalle a la hora de "hacer las cuentas"!!